La tortilla de patata es el plato por excelencia pero añadir pequeñas variaciones, de vez en cuando siempre, no debería ser problema. Se le puede añadir chorizo, jamón york y queso, queso de cabra, sobrasada.... la esencia es la misma pero con un toque de sabor. Por supuesto, la más castiza es la que lleva solamente patata y huevo, fuera de los debates sobre si con cebolla o sin ella.
Sin embargo, puede haber momentos en los que a uno le apetezca una rica tortilla casera y tenga boniato a punto de ponerse mala en la nevera. Esta mezcla explosiva encandilará a todo aquel que la pruebe. Por ello, desde Libertad Digital proponemos una receta de tortilla de boniato rellena de queso que, como decimos, no sustituye a una de patata tradicional pero, para un momento puntual, es deliciosa.
Esta tortilla es ideal y rápida de preparar para un momento de antojo, una cena sorpresa o simplemente por pauta en la dieta. Cierto es que el boniato también es algo más dulce que la patata, por lo que no os extrañe su sabor, acabaréis amándolo por completo. Recomendamos coger papel y bolígrafo para tomar nota, no decepcionará.
Ingredientes:Lo primero que debemos hacer es meter el boniato con piel al microondas durante 8-10 minutos a máxima potencia y lo sacamos cuando esté blando, ¿Cómo lo sabremos? Vamos comprobando cada poco tiempo pinchándolo con un tenedor. Una vez está listo lo pelamos, lo cortamos en trocitos pequeños, lo añadimos a una sartén con un poquito de AOVE y cocinamos mientras lo aplastamos.A continuación, batimos los huevos y añadimos el boniato cocinado, el queso gorgonzola troceado, la leche evaporada y la sal al gusto. Removemos bien para que todos los ingredientes se distribuyan correctamente. Como siempre decimos, el queso puede ser cualquier otro, pero uno con un sabor algo fuerte quedará mejor en esta receta.Engrasamos una sartén antiadherente con AOVE, quitamos el exceso con papel y dejamos que se caliente a fuego medio-alto. Cuando la sartén esté bien caliente, agregamos la mezcla.
Cocinamos por ambos lados hasta que se dore. Nos ayudamos de un plato para darle la vuelta. Si os gusta poco cuajada como a mí, no la dejéis más de 3 minutos por cada lado. Si os gusta más hecha, dejadla al menos 5 minutos por cada lado. También podemos cocinarla en una sartén especial de tortillas que nos facilitará el giro, sin embargo, es más fácil que nos quede excesivamente cuajada.